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Historia

Una escultura en el Monte Rushmore

By febrero 18, 2019septiembre 10th, 2019No Comments

Una escultura en el Monte Rushmore

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2001


Este es el monumento más grande del mundo que se ha esculpido en una montaña. Las cabezas miden 18,3 metros de altura.

 

Gutzon Burglom era un joven pintor y escultor que de niño vivió en Idaho, Estados Unidos. Desde pequeño sus papás observaron su gran habilidad para dibujar. Cuando fue mayor se dedicó a pintar y ganó importantes premios con sus pinturas. Un hombre adinerado que apoyaba el arte reconoció su capacidad y lo envió a Europa a estudiar en París con un famoso escultor llamado Rodin. Cuando regresó a los Estados Unidos, trabajó junto a su hermano Solón, quien también era artista. Se hizo famoso por varias esculturas que hizo, y en 1915 comenzó a trabajar en una gran escultura de granito. Ahí ganó experiencia para lo que sería el trabajo más importante de su vida. Quería hacer algo nunca antes visto, que perdurara por muchos años para que las generaciones futuras pudieran conocer algo de su país. Se propuso esculpir una estatua gigante de cuatro presidentes. Uno de los escogidos fue George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos, que proclamaba la libertad de su país. Otro fue Thomas Jefferson, autor de la Declaración de Independencia, quien sostuvo que todos los hombres son creados iguales y dotados por el Creador de ciertos derechos, entre ellos el de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Escogió al presidente Abraham Lincoln, quien mantuvo la unión de su país durante la guerra civil. Lo admiraba tanto que hasta le puso a su hijo por nombre Lincoln. Pero el más admirado del artista era el presidente Teodoro Roosevelt, a quien conocía personalmente.

Gutzon Burglom buscó cuidadosamente por muchas montañas hasta que encontró la montaña perfecta: el monte Rushmore, que tenía una enorme pared de granito que daba hacia el sureste y recibía luz directa del sol la mayor parte del día.

En 1927 comenzó a trabajar en su proyecto a la edad de 60 años. Transcurrieron 14, de los cuales unos seis años y medio los pasó esculpiendo la montaña, y mucho tiempo se perdió, pues hubo problemas con el dinero que se necesitaba para hacerlo. Todo este tiempo Gutzon estuvo luchando por seguir adelante. Hasta iba a reunirse con miembros del gobierno para que siguieran dando el dinero para la construcción. Así logró que casi la totalidad de los costos los cubriera el gobierno; además recibió donaciones privadas, y él mismo tuvo que poner dinero.

El trabajo lo realizaron excavadores con mucha experiencia dirigidos por el artista.

La única técnica disponible era desgastar la piedra. No se podía agregar ningún material. Por eso debían de tener mucho cuidado para usar la dinamita. La piedra era tan grande y dura, que solamente con dinamita era posible darle forma. Primero le dieron forma de “huevo” a las cuatro cabezas, después midieron las proporciones de la cara. Dinamitaban con explosiones muy precisas hasta obtener las medidas necesarias. Después los trabajadores, en unas sillas colgantes suspendidas por cables, daban forma a los rasgos de las caras, dirigidos cuidadosamente por Gutzon. Muchos trabajaron con taladros, cinceles y martillos para elaborar los detalles de las figuras de piedra.

Uno de los trabajadores narra sus recuerdos diciendo: “Poco a poco nos dábamos cuenta de que estábamos creando algo grandioso, y después de un tiempo todos nosotros, con nuestras viejas manos, estábamos dedicados y comprometidos con el trabajo hasta terminarlo…”

Cuando Gutzon murió en 1941, su sueño de hacer la escultura más grande del mundo era casi una realidad. Aún no la había terminado totalmente, y su hijo Lincoln continuó con el trabajo; pocos meses después, a causa de la Segunda Guerra Mundial el trabajo se detuvo. Gutzon también tenía dentro de sus planes hacer una estatua en una montaña del jefe indio Caballo Loco. Su hijo es quien actualmente está construyendo esta estatua en un lugar llamado Monument Valley, en una reserva indígena de los Estados Unidos.


Ver texto original del libro: