Control biológico de plagas
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2001
La ilustración señala el cuerpo y un costado de la avispita Pachycrepoideus. El tamaño natural varía entre 1,5 y 2,3 milímetros de largo. Su color es oscuro y tiene las patas de un amarillo pardusco.
En la naturaleza algunas especies sirven de alimento a otras. Si no fuera así, se daría el caso de que una especie crezca exageradamente y se convierta en una plaga. Pero al existir enemigos, donde una especie se come a otra, se forma un equilibrio o control natural de la plaga.
Basados en esto, los agrónomos y biólogos han desarrollado un sistema para combatir las plagas en los cultivos y en los animales domésticos. Ellos le han dado el nombre de control biológico, que es el combate de una plaga utilizando a sus enemigos naturales.
Este es el caso de unas pequeñas avispitas, a las que se les da el nombre de parasitoides. Estas se utilizan para combatir varias especies de insectos que causan daños en cultivos como el café, la caña de azúcar, el maíz, los árboles frutales y las hortalizas. Además, estas avispitas no solamente luchan contra algunas plagas de los cultivos, sino también contra los insectos que se comen los granos.
La forma como estas avispitas atacan a los insectos dañinos es muy especial. La hembra de la avispita pone sus huevos en las larvas o gusanillos de los insectos, los cuales le sirven de alimento a sus hijos cuando nacen. Así, la larva del insecto dañino queda destruida. Y en su lugar nacen las nuevas avispitas dispuesta a multiplicarse de la misma manera, para seguir combatiendo la plaga.
Los chinos desde mil años antes de Cristo permitían pájaros depredadores en las siembras de cítricos para que se comieran los insectos dañinos.
En algunos países estas avispitas son reproducidas en grandes cantidades en los laboratorios de control biológico. Luego son liberadas en los cultivos, en las lecherías, en los chiqueros y en todos aquellos lugares donde se quiera combatir a los insectos dañinos.
Hay dos especies de estas avispitas, a las que se les da el nombre científico de Pachycrepoideus y Spalangia. Son muy eficientes en el combate de la mosca casera, la mosca de los establos y la mosca del Mediterráneo que ataca a unos 200 cultivos de frutas.
Una de las ventajas que tienen estas avispitas es que son completamente inofensivas para las personas. No dañan a insectos como las abejas ni a otros animales. Cuando son adultas se alimentan de una especie de sudor que producen algunas plantas y del néctar y del polen de las flores; entonces sirven como polinizadoras.
Además de estas avispitas parasitoides, existen otros depredadores, como pájaros que comen insectos, microbios, virus y hongos, los cuales son enemigos naturales de las plagas y pueden ser manejados en los laboratorios para combatirlas.
