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Los Salesianos en Centroamérica

By agosto 5, 2019enero 28th, 2020No Comments

Los Salesianos en Centroamérica

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2012


Reunión del Movimiento Juvenil Salesiano en la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala.

 

En un pueblo al norte de Italia nació hace como 200 años Juan Bosco. Sus padres eran campesinos y muy pobres. El niño quedó huérfano de padre a la edad de 2 años y fue educado por su mamá, quien le enseñó a amar a Dios.

 

Polideportivo San Miguel, en El Salvador.

Cuando tenía 9 años, Juan tuvo un sueño. Soñó que estaba en el patio de su escuela. Cerca de él había varios muchachos gritando y diciendo malas palabras. Juan se lanzó hacia ellos golpeándolos con los puños, para que se callaran. Pero en ese momento apareció en el sueño un hombre cubierto con un manto y con la cara iluminada. Le dijo a Juan: “No es con golpes, sino con amabilidad y con caridad que los harás tus amigos”.

 

Años después, Juan Bosco se hizo sacerdote y se fue a vivir a la ciudad de Turín. Allí, en esa época, había miles de niños sin hogar. Muchos no tenían ni diez años y vivían en la calle. Algunos se empleaban como albañiles, sastres, carpinteros y en muchos otros oficios. Si entraban a un reformatorio, eran tratados con regaños y golpes. Juan Bosco, en cambio, no olvidó su sueño. En cuartos o terrenos que alquilaba, los reunía, les enseñaba el Catecismo y los ponía a jugar. Siempre los animaba a estudiar y a trabajar honradamente. Él decía que con golpes se puede impedir un desorden, pero los niños no olvidan el castigo. Fue así como creó un método de enseñanza basado en el amor, el respeto y la disciplina; sin violencia ni castigos. Para llevar adelante la obra educativa, se creó en Turín la “Sociedad San Francisco de Sales”. Le pusieron ese nombre para recordar a ese santo dulce y generoso, conocido como “el santo de la amabilidad”.

 

En Honduras, además de escuelas y colegios, los salesianos también han contribuido a crear “Centros de Alcance”. Allí, niños y jóvenes practican deportes, arte y entretenimiento, y se mantienen alejados de las pandillas y las drogas.

La enseñanza de los salesianos se sostuvo sobre tres pilares: la piedad en Dios, el trato cariñoso y el uso de la inteligencia. Los maestros tenían que ser personas con vocación, que amaran su trabajo. Tenían mucha importancia la recreación, el deporte y el arte.

 

Las ideas de los salesianos sobre la educación se extendieron rápidamente por todo el mundo.

 

Se cree que el primer salesiano centroamericano fue un nicaragüense, Narciso Sequeira Arellano. Tomó el hábito en el año 1896 en España. Durante sus 30 años como religioso dio ejemplo de una vida santa, y promovió que los salesianos fueran a su país.

 

Pero los primeros colegios salesianos en Centro américa estuvieron en El Salvador. Allí, en el año 1899, abrieron el Colegio Santa Cecilia, conocido como “El Chaleco” por tres profesores italianos que vestían chalecos al estilo italiano de la época. Desde El Salvador los salesianos se dirigieron a los otros países de Centroamérica.

 

Los salesianos llegaron a Costa Rica en 1907. En muchos de sus colegios, inspirados en la experiencia de Don Bosco con jóvenes trabajadores, enseñan oficios, para que los jóvenes puedan ganarse la vida.

En Nicaragua, el sueño de Narciso Sequeira Arellano se hizo realidad cuando en el año 1912 llegaron varios religiosos a la ciudad de Granada. Desde el colegio y su capilla los salesianos extendieron la devoción a María Auxiliadora. Todos los 24 de mayo se realiza por las calles de Granada una gran fiesta con bandas musicales, quema de pólvora y gallardetes.

 

En Guatemala se forman los sacerdotes salesianos. Allí también está la Casa del Inspector, encargado de dirigir y de animar a todos los religiosos salesianos de estas tierras. También hay varias instituciones de educación en Ciudad de Guatemala, Quetzaltenango y otros lugares del país.

Estudiantes reunidos en el Salesiano de Masaya para la celebración de Pentecostés o celebración del Espíritu Santo.

 

En todo el mundo son más de 16 mil salesianos los que comparten un mismo sueño. Están en muchos países, siempre ayudando a los más necesitados. Por ejemplo, en Etiopía, un país de África, los salesianos tienen escuelas para niños mendigos. Ahí reciben alimentación y se les ayuda a enfrentar los peligros de las calles. Los salesianos también están en comunidades indígenas en las selvas del Amazonas, en Brasil.

 

En el Técnico Don Bosco de Panamá se hacen muchas actividades. Esta foto es de una Semana Infantil y Juvenil, donde participaron varios colegios.

En Centroamérica hay alrededor de 180 salesianos, pero muchas más personas colaboran en las obras educativas. Hay unos 30 mil estudiantes en escuelas y colegios. Pero además de la educación, los salesianos organizan muchas otras actividades y los beneficiados son muchos miles más.

 

Don Bosco murió en 1888 y fue declarado santo por el Papa Pío IX en 1934. En Centroamérica, la semilla de esperanza que los salesianos han sembrado en los corazones de varias generaciones de jóvenes es enriquecida por muchísimas personas comprometidas. Gracias a ellos y a muchos exalumnos, la Familia Salesiana sigue escribiendo una bella historia de servicio a favor de la juventud necesitada. Y el sueño de don Bosco se sigue haciendo realidad.


Ver texto original del libro: