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Centroamérica a través de una ventana

By agosto 5, 2019enero 28th, 2020No Comments

Centroamérica a través de una ventana

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2012


 

 

En estas páginas vamos a hacer un recorrido por Centroamérica. Pues aunque todos somos parte de esta Patria Grande, hay lugares, tradiciones y costumbres que no conocemos unos de otros y que vale la pena compartir.

Comenzaremos por Guatemala. En el Departamento de Izabal, propiamente en el Municipio El Estor, se encuentra una finca llamada El Paraíso. En esta finca hay una cascada o catarata que llama mucho la atención, pues es de agua caliente.

Cuentan que las personas que no eran de la zona, cuando oían hablar de este extraño caso, lo atribuían más bien a los rumores típicos de nuestra gente, ya que nadie se podía imaginar que una cascada fuera de agua caliente.

Pero es cierto: es de agua humeante y muy caliente, que brota de lo profundo de la tierra y contiene azufre.

La cascada cae al río San Antonio, que por cierto su agua es muy fría. Y al mezclarse con el agua caliente de la cascada, se da una variedad de temperaturas en distintos puntos del río.


Una de las fiestas de Belice es el Día del Barón Bliss, que se celebra el 9 de marzo.

Ese día hay carreras de caballos y de bicicletas, y se organiza una competencia de embarcaciones tradicionales en el mar.

El Barón Bliss fue un marinero inglés que llegó a Belice en el año 1926. Llegó muy enfermo, pero se enamoró del clima, de las aguas color turquesa que tiene el mar y de la amabilidad de los beliceños. Murió dos meses después de su llegada dejándole dos millones de dólares a Belice.

Ese dinero fue utilizado, entre otras cosas, para hacer carreteras, escuelas y el primer teatro, que actualmente se llama Centro Bliss para las Artes Escénicas.

El Barón quería ser sepultado en un obelisco o en un faro y su deseo se cumplió, pues descansa al pie de este hermoso faro.


Cuando una persona visita Nicaragua, es imposible que no vaya a Masaya, considerada como la cuna del folclor del país. Tanto es así, que en 1989 fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación y en el año 2000 Capital del Folclor Nacional.

En Masaya hay dos mercados. Uno es el Municipal. El otro, más bullicioso, colorido y alegre, se conoce popularmente como las Ruinas del Mercado Viejo o Mercado de Artesanías. Su verdadero nombre es Centro Cultural Antiguo Mercado de Masaya.

Allí hay de todo y para todos los gustos: fajas o cinturones, carteras, zapatos y sandalias de cuero, tapices de cabuya con motivos del folclor nicaragüense, artesanías en barro y madera, hermosas cotonas, vestidos y manteles bordados, una gran variedad de hamacas que cuelgan cadenciosamente como si bailaran. En fin, todo aquello que las manos de ese pueblo pueda darle forma, textura y color. Y para visitarlo sin prisa, también hay sitios para disfrutar de los platillos típicos nicaragüenses. Todos los jueves por la noche se realiza ahí la Verbena, donde las personas pueden conocer y disfrutar los diferentes bailes tradicionales de todas las regiones del país.


El Altar de Oro es considerado uno de los más grandes tesoros de Panamá. Está hecho en caoba labrada y cubierto de oro.

Fue salvado de los saqueos de los piratas por los padres agustinos, quienes en 1677 lo trasladaron a la iglesia de San José, en el Casco Viejo de la ciudad de Panamá.

Cuenta una leyenda que cuando el pirata Morgan llegó a saquear la antigua ciudad de Panamá, un sacerdote tuvo la idea de cubrir el altar de la iglesia de San José para que no fuera visto por los piratas. Para eso, los otros sacer dotes y los feligreses lo cubrieron con una pintura de arcilla y hierbas.

Cuando Morgan llegó a la iglesia, le dijo al sacerdote que estaba terminando de pintar el altar, que esa pintura que estaba usando era horrible. El sacerdote le respondió que eran muy pobres y que no tenían dinero. Y que esa pintura la habían hecho con sus propias manos, con la tierra de Panamá.

Dice la leyenda que Morgan le dio un puñado de monedas de plata al sacerdote para que comprara pintura para la iglesia.


En San Ramón de Alajuela, Costa Rica, todos los años se celebran las fiestas en honor a su patrono, San Ramón No nato. Y se dice fiestas, porque todo comienza el 30 de agosto con la tradicional Entrada de los Santos, pues el día de ese santo se celebra al día siguiente, el 31 de agosto.

Entre cimarronas, música, mariachis y sobre todo mucha fe, cada comunidad, distrito o pueblo ramonense, saca la imagen de su santo luciendo sus mejores ropas. Y en andas bien adornadas, lo llevan a visitar la imagen de San Ramón Nonato, que los espera afuera de la Parroquia de San Ramón. Luego, cada imagen se presenta y una a una, va entrando al templo. Allí se quedan de visita por una semana.

Por supuesto que en esas fiestas no falta el turno, que es una fiesta popular donde hay comidas típicas como miel de toronja, cajetas de coco, picadillos de papa y de arracache, elotes, arroz con pollo y lomo relleno. El turno se lleva a cabo en el parque, frente a la Parroquia. Y como es costumbre en estas fiestas, tampoco falta la música, el baile y los juegos de pólvora.


En El Salvador nació la primera mujer que se lanzó como candidata a la Presidencia de la República, en el año 1930.

Prudencia Ayala nació en Sonzacate en el año 1885 y era de origen indígena.

De familia humilde y sin recursos, no pudo terminar la escuela. Sin embargo, eso no le impidió seguir estudiando por su cuenta, tanto que llegó a publicar poemas y novelas. Fue costurera, igual que su madre, y siempre luchó por las causas nobles sin quebranto alguno.

Doña Prudencia retó al sistema político de esa época, donde a la mujer no se le permitía votar y no era considerada ciudadana. Por eso, ella sabía que la Corte Suprema de Justicia iba a rechazar su candidatura. Sin embargo, abrió el camino para que la igualdad entre los hombres y las mujeres quedara escrita en la Constitución Política de su país desde el año 1950.

En el centro de San Salvador, cerca de la Catedral Metropolitana, se encuentra una plaza pequeña con el nombre de Ayala. En el sitio hay una placa que dice: Prudencia Ayala, salvadoreña de sangre indígena, precursora de la lucha por los derechos humanos de la mujer.


En Honduras, los lencas son el pueblo indígena más grande. Este pueblo conserva vivas sus tradiciones y costumbres.

Una de esas tradiciones se conoce como Las Composturas. Son ceremonias agrícolas, en las que los lencas rezan y hacen ofrendas a sus dioses, hoy día representados por santos católicos. Las hacen para la buena siembra, la buena cosecha y también cuando van a vender sus cultivos.

Un ejemplo de esa hermosa tradición es la que se lleva a cabo afuera de una milpa. Los lencas la hacen con la intención de que el maíz sea alegre, porque si no es alegre el viento lo puede tumbar y los animales se pueden meter en la milpa y se lo pueden comer.

También le rezan al maíz a la hora de llevarlo a vender. Este pueblo le dice al maíz que lo perdone, que esto lo van a hacer por pura necesidad.


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