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Plantas

Clonación en plantas

By marzo 11, 2019enero 24th, 2020No Comments

Clonación en plantas

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2014


 

 

En la naturaleza la mayoría de las plantas que conocemos se reproducen por semillas. La semilla inicia su formación en las flores, al unirse el polen que es su parte masculina, con el óvulo que es su parte femenina. Después de esa unión, la semilla empieza a desarrollarse hasta que está lista para formar una nueva planta. Esto se conoce como reproducción sexual de las plantas. Con este tipo de reproducción, al igual que ocurre con los hijos de las personas y los animales, las plantas hijas van a tener sus propias características de forma, tamaño, color y demás, donde unas vendrán de la parte masculina y otras de la parte femenina.

Clonación por hijos.

Sin embargo, hay muchas plantas que se reproducen de otras maneras. Por ejemplo, algunas partes pueden separarse de la planta “madre” y convertirse en plantas “hijas”. Cuando las plantas se multiplican de esta forma, sus “hijos” son en realidad partes de la misma planta “madre”. Y por eso, esos “hijos” son prácticamente iguales a su “madre”. Este tipo de multiplicación de plantas que no es por semilla, se conoce como reproducción asexual, reproducción vegetativa o también como clonación. Esta forma de reproducción, es aprovechada por los agricultores, para multiplicar las plantas “madres” que dan mejores frutos, con mejor tamaño, color o sabor.

Clonación por estacas.

Clonación por hijos: Algunas plantas como el banano, la mala madre, la piña, la fresa y muchas más, producen “hijos” en forma natural. Es una forma de clonación natural. Los hijos se pueden separar para sembrarlos aparte, pero las nuevas plantas se puede decir que son la misma planta “madre” y por eso van a ser prácticamente iguales a ella.

Clonación por estacas o esquejes: Es un método muy sencillo. Una parte de la planta “madre”, como un tallo o una rama, se puede cortar en trozos para hacer estacas o esquejes. Éstos al sembrarlos, echan raíces rápidamente y se convierten en nuevas plantas. Algunos ejemplos bien conocidos son la yuca, la caña de azúcar, algunos postes de cerca y muchas plantas de jardín.

Clonación por acodos: Algunas plantas no se pueden reproducir por estacas, pues no echan raíces fácilmente, pero sí pueden forzarse a que las produzcan, por medio de acodos. El acodo más sencillo consiste en doblar una rama, para que una parte de ella quede enterrada y allí eche raíces. Pero también se puede hacer un acodo aéreo. Éste consiste en sacarle a una rama un anillo de corteza, de uno o dos centímetros de ancho. Luego, alrededor de ese lugar se amarra un envoltorio en el que se coloca buena tierra o algún otro material que mantenga humedad como musgo o aserrín, para que allí se formen raíces. En ambos casos, cuando ya hay raíces, se corta la rama y se siembra aparte como una nueva planta.

Clonación por acodos.

Clonación por injerto: En este caso, a la planta que se quiere clonar se le corta una yema, y ésta se une a otra planta del mismo tipo que se usa como patrón o pie. Para hacer el injerto, al tallo de la planta patrón se le hace un corte y ahí se coloca para que calce, la yema que viene de la planta “madre”. Semanas después, si el injerto “pega”, allí se forma una cicatriz, el pedacito injertado se mantiene vivo y puede retoñar. Entonces, se corta la parte alta del tallo de la planta patrón, para darle más fuerza al retoño de la yema injertada. Las ramas que crecen a partir del injerto son parte de la planta “madre”, y sus hojas y frutos serán “iguales” a ella.

Clonación por cultivo de tejidos o cultivo de meristemos: Esta es una técnica más reciente y se hace en laboratorios especializados.

Las plantas, como todos los seres vivos, están compuestas por millones de partecitas mínimas llamadas células. Con esta técnica, lo que se hace es tomar de la planta “madre”, pedacitos pequeñísimos que contienen células de ella. Esos pedacitos se siembran en frascos que tienen alimentos y otros ingredientes que permiten que sus células se multipliquen y crezcan hasta convertirse en pequeñas plantitas. Luego éstas se pasan a lugares bajo techo transparente, en donde se les controla la cantidad de luz, riego y nutrientes, hasta que estén listas para la siembra.

Clonación por injerto.

¿Pero por qué es importante la clonación? A todos nos gusta, que si compramos unas sabrosas naranjas, volver un día y conseguir otras parecidas. Por eso, a los agricultores les conviene producir ese tipo de naranja que la gente prefiere. Y esto se logra bastante bien sembrando arbolitos injertados, que son clones de las “madres” que tienen esas características. Es así, que por medio de la clonación, se han logrado cosechas abundantes de muchos frutos como la naranja “Valencia”, el limón “Mesino”, el banano, la piña, la yuca y muchos otros productos que tienen las características que más nos gustan.

Sin embargo, la clonación no es tan perfecta. Probablemente alguna vez nos ha pasado que sembramos un arbolito injertado, pensando que producirá muy buenos frutos y a los pocos años, cuando ya dan cosecha, éstos no resultan de la calidad esperada. Lo que ocurre es que con el paso de varias generaciones de clonaciones, las nuevas plantas se van diferenciando poco a poco. Las plantas “hijas” se parecen mucho a su “madre” pero cada vez menos a su “abuela” y a su “bisabuela”. Conforme se va repitiendo la clonación, las características de la planta original se van perdiendo, y las nuevas “generaciones” son cada vez más diferentes de la planta madre original.

Para lograr que los clones conserven las características de la planta original, la mejor manera es vigilar los cambios que aparecen en las nuevas “generaciones”. Así se pueden seleccionar como nuevas “madres”, solo aquellas plantas que conservan “todo lo bueno” que queremos reproducir.

Por eso vale la pena que los agricultores observen y tomen en cuenta muchos de estos detalles, de manera que las nuevas plantas que produzcan, conserven las buenas características y descarten las defectuosas.

Clonación por cultivo de tejidos:
A) Trocitos iniciales, B) Trocitos en crecimiento, C) Plantitas en el invernadero y D) Planta lista para el campo.

 


Nota: Se ha notado que muchas de las plantas que se reproducen por clonación, han dejado de producir semillas o las que producen, son débiles y casi no nacen.

Ver texto original del libro: