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Pueblos / Costumbres

Colchas con historia

By febrero 20, 2019No Comments

Colchas con historia

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2001

 

Desde hace más de 100 años en algunos lugares de los Estados Unidos, ya existía la tradición de coser colchas con pedazos de telas o con ropa vieja. Varias señoras se reunían para hacer las colchas que, además de bonitas, eran útiles. Pasaban largas horas sentadas, conversando, mientras cosían y armaban la colcha.

Esta tradición de hacer colchas con retazos pasó de madres a hijas y aún ahora hay muchas personas que las hacen. Existen cooperativas de mujeres que las fabrican para vender y muchas otras las hacen porque quieren una colcha especial para recordar alguna cosa buena que pasó o a alguien muy querido. Un niño cobijado con una de esas colchas puede reconocer un pedazo de tela de su camisa favorita que había roto. O tal vez la mamá recuerde un retazo que era de la ropa del abuelo.

La gente acostumbra ponerle nombre a su colcha, pues es una cobija de recuerdos de la familia hecha con pedazos de tela cosidos con amor.

Algunas colchas tienen nombres como “La escalera de Jaime” o “El jardín de la abuela”, dependiendo de la historia que cada una tiene.

Una muchacha le puso a la suya “La colcha de papá”.

“…Nunca imaginé que podría hacerla yo sola sin saber cómo. Además, pensaba que estas colchas las hacían sólo las viejitas. Pero cuando papá murió hace dos años, estaba desolada. Se había ido para siempre. A él le encantaban las corbatas y tenía muchas en su armario. Las guardé por largo tiempo en un rincón de mi cuarto hasta que decidí hacer una colcha con ellas. Un año y medio después, con mucho esfuerzo y dolor de espalda, la terminé. Ahora la tengo sobre mi cama y es la querida colcha de papá…”

Otra señora nos cuenta su historia: “… Mi papá y mamá cumplían 50 años de casados y tuve la idea de hacerles una colcha que se llama “Cómo crece un jardín”. En el centro bordé el nombre de mis papás y alrededor puse cuadros de tela con los nombres de los seis hijos y de sus seis nietos. Se convirtió en una linda colcha que será guardada con gran cariño por muchas generaciones. Además, hice un almohadón con el nombre del primer bisnieto…”


Para hacer una colcha de estas, basta un poco de habilidad. Cada persona puede inventar su propio diseño combinando los diferentes colores o estampados de los pedacitos de tela. A algunas señoras les gusta combinar sólo tres colores, otras las hacen con diferentes telas, pero de un solo color. Es importante cortar los retazos en forma de cuadrados, rectángulos o triángulos de un mismo tamaño. De acuerdo como se acomoden a la hora de pegarlos, se crearán hermosos dibujos en las colchas.

Esta es una colcha o “quilting” como la llaman en Estados Unidos.

Ver texto original del libro: