De nuestros lectores
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2016
Don Alden siempre anda acompañado de su esposa, doña Ana Celina Fonseca G., quien con gran cariño y esmero se ha convertido en sus ojos, porque él perdió su vista hace ya muchos años por una enfermedad. Sin embargo, vivir a oscuras no le quitó el entusiasmo ni sus ganas de vivir. Sigue siendo un luchador incansable que ahora le da rienda suelta a su imaginación hasta llegar a convertirse en un fecundo poeta que le canta a la naturaleza, a la familia, a la vida y a Dios.
Nació en Las Juntas de Abangares, en la provincia de Guanacaste. Por tener una familia numerosa y humilde, desde pequeño aprendió a usar el hacha para cortar la leña para su hogar. Lo que más recuerda de esos tiempos de infancia es a su padre, a quien siempre se le veía después de su duro trabajo, rodeado de niños, porque era un verdadero cuenta-cuentos.
Buscando una vida mejor, todos se fueron a Golfito, provincia de Puntarenas, para que su padre pudiera trabajar como barredor de caños en los barracones de la Compañía Bananera y su madre hiciera comida para vender. Don Alden tenía 7 años. Su sueño era poder estudiar y aprender muchas cosas. Sin embargo, tuvo que esperar mucho tiempo para lograrlo. Era necesario que ayudara a su madre a vender la comida, para que su familia pudiera salir adelante. Con gran tenacidad y empeño a los doce años logró ir a la escuela y a partir de entonces, fue superando todos los obstáculos hasta que, gracias a la ayuda de una beca de estudios, pudo terminar su secundaria y llegar a convertirse en maestro y secretario municipal, en la misma zona donde antes había sido vendedor callejero.
Las vueltas de la vida lo llevaron después a distribuir y a vender, por todo el país, distintos productos como colecciones de libros, suscripciones de revistas y otras cosas más, hasta que lamentablemente perdió la vista. Pero don Alden sigue adelante, a la par de su esposa, regalándonos luz a través de sus poesías.
Son muchas las cartas que hemos recibido de ustedes, solicitándonos hacer una sección donde se publiquen los trabajos que, con toda generosidad, nos hacen llegar. Y como ustedes son los que mandan, volvemos a complacerlos, compartiendo esta hermosa poesía de don Alden Prendas B.
Alden Prendas B.
Sinfonía H2O en sol mayor
De las montañas verdes y frondosas
en delgados hilos, arroyos y quebradas,
va haciendo ríos por tierras prodigiosas
y dejando cristalinas cascadas.
Ella siempre estará a nuestro lado
con las plantas y queridos animales;
la sed al andante le ha quitado
y da vida a cosas naturales.
Vigilantes de fuertes corazones,
estudiantes que cuidan el progreso
cuidemos el agua por muchas razones,
aunque sea preciso no dormir por eso.
Estudiante que mira las alturas,
cuidemos nuestro más grande tesoro;
pues ya saben los corsos de llanuras
que nada valdrá su petróleo y su oro.
Cuidémosla en todos los lugares,
porque es regalo de nuestro creador;
por eso cerremos fronteras y mares
para que no entre el depredador.
Para que siempre llegue a los hogares
fresca, rutilante y cristalina;
pues dejó valles, bosques y pinares
para traernos su rica medicina.
¿Por qué verla como una medicina?
Porque no es posible vivir sin ella
y su frescor tiene algo que fascina,
como ternura de una madre bella.
El agua y la tierra, ¡tus materias primas!
¡Dios mío, ayúdanos a conservarlas!
que en las bajuras y en las cimas,
siempre estemos prestos a cuidarlas.
Así sea, hoy, mañana y siempre, así sea.
Nota: H2O es la fórmula química del agua.
