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Agricultura y Ganadería

Diarreas de las vacas

Diarreas de las vacas

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2012


1 centímetro cúbico es igual a 1 mililitro. En las jeringas los centímetros cúbicos vienen indicados con las letras cc y los mililitros con las letras ml.

 

 

Existen dos tipos principales de diarreas que afectan a terneros, novillos y vacas: la diarrea negra y la diarrea blanca.

 

DIARREA NEGRA:

La diarrea negra afecta más a las reses adultas que a los terneros. Aunque es una enfermedad importante, muy rara vez causa la muerte. Los microbios que producen esta diarrea pasan fácilmente de una finca a otra por medio de alguna res enferma, o en los zapatos y la ropa de personas que vienen de una zona infestada.

Síntomas: La diarrea negra ataca primero a unos pocos animales. Pero en poco tiempo se propaga a todas las demás reses de la finca. Es una diarrea muy líquida, de muy mal olor y de color castaño o negro. Algunas veces, cuando se trata de casos graves, la diarrea sale teñida con sangre. Los animales pierden el apetito, se enflaquecen y la producción de leche disminuye. Sin embargo, la temperatura, el pulso y la respiración se mantienen normales.

Estos son los lugares más recomendados donde se deben poner las inyecciones.

Tratamiento: Hay un remedio casero que da muy buenos resultados para curar los animales adultos. Se revuelven 20 centímetros cúbicos de carbolina o creolina en una botella de agua y se le da al animal. Este remedio se repite durante 3 días. Hay que tener cuidado, pues si se da más cantidad la res puede morir intoxicada. Para medir los centímetros cúbicos se puede comprar en una farmacia o en una veterinaria una jeringa de poner inyecciones y se le quita la aguja para evitar punzarse.

Además, se le pueden inyectar en el músculo 20 centímetros cúbicos de Oxitetraciclina o de Emicina. Y conviene ponerle una segunda dosis igual al siguiente día.

También hay otra receta casera: se deshace media libra de almidón de yuca en una botella de agua, se le echa el jugo de dos limones ácidos y se le da al animal en botella. Este remedio se puede repetir durante 3 días.

Si la res está muy decaída, es conveniente inyectarle 10 centímetros cúbicos de aceite alcanforado. Si no se tiene aceite alcanforado a la mano, se le puede dar a tomar una botella de café bien fuerte.

 

En los agroservicios, o sea los almacenes donde venden productos para la agricultura y los animales, venden estas botellas para darle la leche a los terneros, en vez de ponérsela en un balde o cubo.

DIARREA BLANCA:

La diarrea blanca es una enfermedad que solo ataca a los terneros durante las primeras semanas de vida. El ternero puede tener los microbios que causan la diarrea blanca y no enfermarse. Pero si por alguna razón se debilita, la enfermedad puede tomar fuerza. Entonces el ternero se enferma y la diarrea puede atacar también a los demás terneros recién nacidos que están en el mismo establo.

Síntomas: Las heces son de un color blanco amarillento y de muy mal olor. El ternero se entristece y se debilita rápidamente. Los ojos se le hunden. La respiración es agitada y la temperatura del cuerpo es más baja de lo normal. Si no se combate la enfermedad, el ternero se adelgaza y el estómago se le hincha. Unos cuantos días después puede morir.

La diarrea blanca ataca menos a los terneros que maman la leche de la vaca. Muchos ganaderos que tienen lecherías prefieren alimentarlos dándoles la leche en un balde o cubo, pero hay que tener algunos cuidados. Antes de quitarle el ternero a la vaca hay que dejarlo mamar al menos durante los dos primeros días, para que se tome el calostro o requesón que la vaca produce. El calostro es indispensable para la salud del animal. Es más alimenticio que la leche y además fortalece las defensas del ternero contra varias enfermedades.

Casi siempre cuesta enseñar al ternero a beber del balde. Entonces pasa 2 ó 3 días con muy poco alimento. Y cuando por fin se decide a tomar la leche está tan hambriento, que puede tomar 3 litros o más de una vez. Esto es peligroso. Es preferible darle, durante la primera semana de vida, solo 4 botellas de calostro al día, o sea menos de 3 litros. Se le da la mitad en la mañana y la mitad en la tarde. Después se puede comenzar a dar leche y aumentar hasta llegar a las 6 botellas, o sea 4 litros.

Los recipientes que se usen para alimentar a los terneros deben estar bien lavados. Además, es importante que el calostro o la leche que se les da no esté muy fría ni muy caliente, sino tal como sale de la vaca.

Para dar a tomar un medicamento a un animal se pone la medicina en una botella y se le va echando en el hocico.

Tratamiento: Si a pesar de estos cuidados el ternero llega a enfermarse, se le puede inyectar 1 centímetro cúbico de Estreptomicina o de Sulfatrimetoprin por cada 10 kilos de peso del animal. Esto se hace durante 3 ó 4 días. Pero a veces los microbios que causan la enfermedad son resistentes a estas medicinas y el animal no se cura. En esos casos hay que usar Aureomicina o Nitrofurazona. También puede servir la Tetraciclina o la Eritromicina.

En casos no muy graves se le pueden dar unas tres cucharadas de almidón de yuca en un poco de agua y se le agrega el jugo de un limón ácido. Otro remedio para casos no muy graves, es darle 2 huevos crudos con cada toma de leche. Si el ternero está muy decaído y débil, es conveniente ponerle en el músculo una inyección de 5 centímetros cúbicos de aceite alcanforado. Si no se tiene aceite alcanforado a la mano, se le puede dar media botella de café bien fuerte.

Los terneros muy enfermos se niegan a tomar la leche. Entonces hay que ponerles un balde con agua limpia. Pues por la diarrea, el ternero va perdiendo mucho líquido del cuerpo. La sangre se le vuelve más espesa y el corazón trabaja mal. Esto a menudo causa la muerte. Por eso es necesario darle bastante líquido. Además, conviene darle un paquete de Suero Electrolítico. Este suero se revuelve en un litro de agua y se le da a tomar. También se le puede inyectar en la vena una bolsa de un suero vitaminado como el Dextrosa al 5 por ciento.


Ver texto original del libro: