El alcalde y el recado
(Cuento)
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2011
El Alcalde estaba entusiasmadísimo por un cometa que se iba a poder ver en el pueblo. Y como iba a ser un espectáculo maravilloso, llamó a Bonifacio, su ayudante, y le dijo: “Mire, Bonifacio, necesito un gran favor. Vaya de inmediato a la pulpería y dígale a doña Dalma que a toda la gente que llegue a comprar, le avise que el próximo viernes, alrededor de las 5 de la tarde, aparecerá un cometa en el cielo. Pero si acaso llueve o está nublado, que vengan aquí a la Alcaldía, pues me prestaron una película sobre ese cometa, y así por lo menos podrán verlo aunque sea en película”.
Bonifacio no entendió mucho el recado pero se fue de inmediato donde doña Dalma y le dijo: “Me dijo el Alcalde que el viernes a las 5 de la tarde aparecerá algo sobre el cielo, exactamente donde está la Alcaldía. Así que todos tienen que ir allá. Pero que si llueve mucho, pueden entrar a la Alcaldía, donde estarán seguros y hasta podrán ver una película. Y que por favor le diga esto a todas las personas que vengan a comprar”.
Doña Dalma, muy alarmada por lo que iba a aparecer sobre la Alcaldía, llamó a su hijo y le dijo que fuera lo más pronto que pudiera a la policía y que les dijera que por orden del Alcalde, todos los vecinos del pueblo tenían que ir a la Alcaldía el próximo viernes a las cinco de la tarde, porque iba a aparecer algo peligroso sobre el edificio, que también iba a llover a cántaros y entonces después de que pasara el peligro, podían entrar a ver una película”.
El muchacho se fue corriendo a la policía y después de agarrar aire le dijo al comandante: “Mire, don Jacinto. Esto es muy importante. Dice mi mamá que manda a decir el Alcalde que mande a todos sus policías a avisar a todas las personas que vivimos aquí, que el próximo viernes a las 5 de la tarde allá en la Alcaldía, todos podemos ir a ver una película sobre las lluvias, y que de una vez lleven sombrillas y paraguas pues ese día va a llover a cántaros.
Y el mismo don Jacinto se fue de inmediato de puerta en puerta a dar el siguiente recado: “Que manda a decir el Alcalde que el viernes a las 5 de la tarde, hay que ir a la Alcaldía porque se va a pasar una película muy famosa que se llama “Lloviendo a cántaros”.
Llegó el viernes. El alcalde no cabía de contento. Acercándose la hora vio que no había señales en el cielo de que fuera a llover. Entonces se empezó a alistar para irse a su casa a ver el acontecimiento, pues se había comprado hasta un telescopio para no perderse ningún detalle. Pero en eso empezó a oír una gran bulla que se acercaba al edificio. Se asomó por la ventana y vio a un grupo inmenso de vecinos bien armados y con capas; luego observó que otros venían con toda la familia, llenos de comida, botellas de refresco, y bien preparados para la lluvia. Salió a la puerta y después de pegar un gran grito para que todos se callaran les dijo: “¿Qué sucede, por qué están todos aquí?”.
A los que doña Dalma les había dado el recado dijeron: “Aquí estamos, señor Alcalde. Listos pa’ lo que sea”. Y a los que don Jacinto les había hablado, con gestos de no entender mucho lo que estaba pasando, le contestaron: “Pues aquí estamos todos en familia. ¿A qué horas comienza la película?”.
