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Plantas

El alcanfor

El alcanfor

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2002


 

 

 

El alcanfor es muy conocido en nuestras tierras, ya que se usa en medicamentos para personas y animales. Pero quizás muchos no saben que el alcanfor se saca de un árbol.

El árbol de alcanfor o alcanforero crece principalmente en Japón, China y Taiwán. Es pariente del laurel y del árbol de canela. En las selvas puede alcanzar los 30 metros de altura y 60 centímetros o más de grueso. Pero cultivado en plantaciones alcanza por lo general solo unos 12 metros de alto.

Todas las partes del árbol contienen una especie de aceite de olor muy fuerte y que alza llama con facilidad cuando se le prende fuego. Para fabricar el alcanfor se desmenuzan el tronco, las raíces y las hojas del árbol. Después se hierven en recipientes de metal. El aceite se convierte entonces en gas y sube con el vapor, pero se va quedando pegado en la parte de arriba del recipiente. Cuando se enfría se endurece y forma unos cristales de color blanco o transparente. Después los cristales de alcanfor se refinan para venderlo en el comercio.

El alcanfor tiene también otros usos. Por su fuerte olor se usa para ahuyentar la polilla y otros insectos que dañan la ropa y la madera. También en algunos pueblos de Asia se ha usado en ceremonias religiosas como incienso, pues creen que su humo y su olor agradan a los dioses y ahuyentan los malos espíritus. Sería por eso que, según cuenta una señora argentina, durante una epidemia de polio que hubo en ese país hace como 50 años, los niños olían a alcanfor. Pues las mamás les cosían a la ropa bolsitas con una pastilla de alcanfor, creyendo que con eso los protegerían de la enfermedad.

Sin embargo, aunque el alcanfor no protege contra la polio, sí es muy eficaz para otros padecimientos. Se ha usado en la fabricación de medicinas para estimular el corazón y la respiración, bajar la fiebre, desinfectar la piel, aliviar dolores musculares y del reumatismo, contra los resfríos y para descongestionar la nariz. También se usa en medicinas para combatir los hongos, la sarna y los piojos.

Además, el alcanfor tiene varios usos en la industria química. Por ejemplo, en la fabricación de explosivos y de celuloide. El invento del celuloide tiene una historia muy curiosa. Resulta que allá por los años de 1860, un fabricante de bolas de billar de los Estados Unidos ofreció un premio de diez mil dólares a quien encontrara un sustituto del marfil con que se fabricaban estas bolas. El marfil es un material que se saca de los colmillos de los elefantes y por eso resultaba muy caro. Con el deseo de ganar el premio, un señor llamado John Wyaat inventó un material al que se le llamó celuloide. Entonces Wyaat empezó a producir bolas de billar de celuloide. Pero se presentó un problema: cuando los billaristas hacían sus carambolas, al chocar las bolas, explotaban. Otros experimentos le quitaron al celuloide el poder explosivo. Con este material se produjeron las primeras películas para las fotografías y el cine. Así que hasta en estos inventos tuvo participación el alcanfor.


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