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Animales

El cóndor andino

By junio 3, 2019enero 21st, 2020No Comments

El cóndor andino

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2004


 

 

En la cordillera de los Andes, desde Venezuela y Colombia hasta la Tierra del Fuego, vive el cóndor andino. Es el ave voladora más grande del mundo. Su nombre proviene de la lengua Quechua de los antiguos Incas, quienes llamaban “cuntur” a este sereno guardián de los cielos.

Cóndor en pleno vuelo.

Un cóndor con las alas abiertas puede medir unos 3 metros y medio. Es el ave que vuela a mayor altura, a más de 8 mil metros sobre el nivel del mar. Una vez en lo alto, se puede mantener volando sin aletear durante casi una hora, alcanzando una velocidad de unos 55 kilómetros por hora.

Para los antiguos pueblos indígenas fue un símbolo de poder y libertad. La consideraban un ave sagrada con poderes mágicos. Se creía que ayudaba a mantener el ritmo diario del Sol y la Tierra.

El cóndor no tiene plumas en su cabeza, sólo un collar de plumón blanco en la base del cuello. El plumaje es de color negro azulado, con una banda blanca en la orilla de las alas.

El macho y la hembra se diferencian fácilmente. El macho es más grande, tiene una cresta carnosa en su cabeza y ojos color café. La hembra no tiene cresta y sus ojos son rojos. Un macho adulto llega a pesar más de 25 libras.

Cóndor macho.

Pueden vivir más de 80 años, y forman una pareja que permanece junta de por vida. Si uno de los dos muere, el sobreviviente nunca más llegará a buscar una nueva compañera o compañero. En los meses de abril de cada año, los que aún están solos forman parejas. Durante los meses de agosto y septiembre, al acercarse el período de celo, el macho realiza en la tierra una especie de danza para cortejar a su compañera. Abre y cierra muchas veces sus alas, hincha su cuello y lo encorva hasta tocar con su pico la parte superior del pecho. También emite débiles silbidos.

La hembra no se queda indiferente ante tales demostraciones amorosas, y de vez en cuando se le acerca al danzante para tocarlo con su pico. Luego la pareja se retira a lo alto de las montañas. Sus lugares favoritos son las cuevas con paredes rocosas. No hacen nido, y la hembra pone un solo huevo cada dos años. El huevo es blanco y ambos padres lo incuban por un período de 55 a 65 días. La cría nace con un plumaje de color gris y sin collar en el cuello. Los padres cuidan cariñosamente al pichón durante los primeros seis meses hasta que éste haya desarrollado su plumaje y pueda volar.

El cóndor andino puede alejarse cientos de kilómetros de su cueva en busca de alimento. En un solo día puede volar más de 300 kilómetros. Su vista le permite descubrir una presa desde las alturas o divisar un pequeño animal entre la vegetación. Una vez avistada la presa, se precipita sobre ella. Por ser un ave de rapiña pertenece a la familia de las Cathartidae, que en griego significa “el que limpia”. Se alimenta de carne podrida. Su dieta favorita son roedores y conejos en estado de putrefacción.

Para los indígenas el cóndor es el mensajero de las montañas y representa la libertad y la fuerza.

El cóndor es un ave con una fortaleza extraordinaria. Cuando hay escasez de alimento, puede pasar hasta un mes y medio sin comer. Aun con hambre, prefiere continuar su vuelo en búsqueda de animales muertos en lugar de cazar animales vivos.

A pesar de su gran tamaño, no es agresivo ni peligroso. Nunca ataca al hombre, sólo se defiende si es maltratado. Puede vivir en cautiverio y llega a encariñarse con las personas. Los pueblos indígenas siempre lo han sabido y por esta razón no le temen.

En un pequeño pueblo del Perú, llamado Cotabambas, todos los años se captura un cóndor para celebrar el Día de la Independencia. Los habitantes del pueblo se reúnen para presenciar el evento del año. Capturarlo es una gran aventura y sólo ciertos indígenas tienen la habilidad para hacerlo. Un grupo de unos 20 hombres suben un cerro de más de 3 mil metros de altura. Sacrifican un caballo viejo y lo colocan al aire libre para que el olor de la carne muerta llame la atención del ave. Los hombres se esconden detrás de las rocas a esperar pacientemente que el cóndor se acerque a comer su presa. Una vez que el ave está llena, los hombres corren hacia él lanzándole mantas y mecates para que no pueda volar.

Cóndor recién capturado para la celebración de la fiesta. Foto revista National History

Para ese momento el cóndor ya ha comido grandes cantidades de carne y no puede moverse con rapidez. Con las mantas le amarran las alas, el pico y las patas. Al llegar al pueblo lo presentan al gobernador para dar inicio a la festividad. La parte más importante de la fiesta es la corrida de toros con el cóndor. El ganado no es nativo de la región y fue traído por los españoles, por eso representa a los conquistadores, y el cóndor a los indígenas. Primero atan la enorme ave sobre el lomo del toro. Entonces el cóndor intenta escapar y echar vuelo, dando fuertes aleteos y picando el lomo del toro. Éste se asusta y brinca como una bestia enloquecida. Una vez terminada la corrida, se separan los animales y el toro es liberado.

Al día siguiente de la corrida, el pueblo suelta el ave para que regrese libremente a sus cumbres rocosas. En ese momento, los indígenas hacen ofrendas a la Madre Tierra en agradecimiento por el cóndor y para que no corra ningún peligro durante su vuelo.

La corrida de toros con el cóndor es una tradición que viene desde la época de la colonia y todavía se da en algunos otros pueblos del Perú.

Corrida de toros con el cóndor.

El cóndor andino es el ave nacional del Ecuador y está presente en el escudo nacional de ese país. A pesar de la importancia que tiene, no ha recibido suficiente protección. En Venezuela se le considera extinguido desde el año 1965. En el resto de los países su población se ha ido reduciendo considerablemente.

Hoy en día es una especie en vías de extinción. Se le ha cazado mucho por simple deporte y ha sido víctima de envenenamiento por la creencia de que ataca al ganado. Sus crías son capturadas para ser vendidas a coleccionistas. La rápida desaparición de los bosques y de animales silvestres ha afectado también al cóndor ya que esto reduce su alimento.

Es importante evitar que esta maravillosa criatura desaparezca. Así las generaciones futuras podrán conocerlo vivo y seguir viendo el majestuoso vuelo de este rey de las alturas.


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