El plasma
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2014
Todo lo que existe está formado por unas partecitas infinitamente pequeñas que se llaman átomos. Los átomos a su vez están formados por otras aún más pequeñas que son cargas eléctricas. Y dependiendo de la cantidad de las cargas eléctricas que contenga un átomo, es más liviano o más pesado.
Según sea el peso de los átomos y la temperatura del ambiente, ellos estarán unidos o separados. Por ejemplo, un pedazo de madera, una piedra o un metal, están compuestos en su mayoría por átomos pesados; éstos permanecen muy unidos y se atraen unos a otros. Se encuentran como amarrados, formando así un bloque duro de materia maciza o sólida.
Pero como a mayor temperatura esa fuerza de unión es menor, los átomos no están tan unidos. A veces esa fuerza de unión es muy débil. Entonces forman materia en estado líquido, como el agua, la leche o el aceite. Otras veces por estar a mayor temperatura o porque son átomos livianos, están más separados y no hay unión entre unos y otros. En este caso están libres, como si fueran miles de diminutas abejas volando. Entonces forman materia en estado de gas como lo es el aire, los olores y el vapor de agua.
En la Tierra la mayoría de la materia la encontramos en estos tres estados: sólido, líquido y gaseoso.
Los científicos descubrieron que los átomos que forman la materia, ya sea sólida, líquida o gaseosa, tienen en el centro partecitas de carga eléctrica positiva que están rodeados por partecitas de carga eléctrica negativa. También se dieron cuenta que, cuando una materia se calienta a temperaturas muy altas, algunas de esas partecitas de carga que están en la parte exterior se desprenden y se separan. Entonces se forma una materia que es una mezcla de cargas separadas con átomos incompletos. Esa materia es diferente. No es un sólido ni un líquido. Y aunque se parece un poco a los gases, tampoco es un gas. Por eso se dice que es el cuarto estado de la materia y se le llama plasma.
El Sol y las estrellas son astros muy calientes formados de materia en estado de plasma. En la Tierra casi no hay, pero cuando cae un rayo, la fuerza de su electricidad, por algunos instantes, produce una chispa, y esa chispa es materia con vertida en plasma.
En los últimos años se han comenzado a conocer algunas de las propiedades del plasma. Por ejemplo, la materia en estado de plasma es muy buena para conducir la electricidad, y además puede ser atraída o rechazada por la fuerza de un imán.
Ya se ha podido producir plasma y se ha empezado a darle algunos usos. Uno de los usos más conocidos es en los bombillos de tubo o fluorescentes. Estos bombillos tienen adentro un gas como el argón, el neón, el helio, el de mercurio o el de sodio. Cuando este gas es atravesado por una corriente eléctrica, se le arrancan cargas a los átomos del gas, formando entonces esa mezcla de átomos incompletos. Los átomos al estar incompletos se atraen o rechazan fuertemente entre ellos y de sus choques sale la luz. Por lo tanto, un fluorescente es un bombillo que contiene un gas y, la corriente, al convertirlo en plasma lo hace alumbrar.
También el plasma se está usando en un tipo de pantallas de televisión o de teléfonos celulares. Estas pantallas están compuestas por miles de pequeñísimas lucecitas fluorescentes. Cada uno es como un puntito y por medio de la electricidad, se enciende o se apaga, y todos esos puntitos coordinadamente, forman los colores y las imágenes que vemos.
Pero también existen fluorescentes naturales. La Tierra entera es un imán que atrae cargas eléctricas que vienen del Sol. Como en los polos de la Tierra están los puntos más fuertes de ese imán, allí cae la mayor cantidad de esas cargas. Así, cuando hay grandes tormentas solares, la atmósfera de los polos recibe muchas de ellas, que al atravesar por el aire, producen plasma que alumbra como un bombillo fluorescente. Ese fenómeno solo ocurre de vez en cuando en los polos y cuando sucede, se ve por la noche un bello espectáculo de luz en el cielo al que se le llama Aurora Boreal o Aurora Austral.
Se espera que pronto el uso del plasma traiga nuevos beneficios para la humanidad. Por ejemplo, si se hace pasar un chorro de plasma a gran velocidad entre unos imanes, se crea una corriente eléctrica. Tal vez, en el futuro puedan construirse plantas eléctricas que, en lugar de un generador de bobinas de alambre, utilicen plasma para producir la corriente.
También se están haciendo experimentos para hacer un potente motor de plasma, para usarlo en naves espaciales. Cuando se construyan naves con estos motores, la nave llevará un tanque de un gas como el argón. Este gas llega al motor por una cañería y por medio de una corriente eléctrica es calentado y convertido en plasma. Luego el plasma, altamente caliente, se hace salir con gran fuerza, impulsando la nave como si fuera un cohete.
Cuando se desarrolle el uso de estos motores, entonces será posible construir naves más veloces y se podrán hacer viajes mucho más largos. De esta forma se espera que las personas puedan ir a Marte y a otros astros del Sistema Solar. Si la humanidad ha alcanzado grandes cosas con el uso de la materia en su estado sólido, líquido o gaseoso, ¡qué más podrá lograr ahora que empieza a dominar el uso del plasma que es como un poderoso “fuego” altamente caliente!