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Cuentos / Leyendas

El taller de carpintería

By mayo 27, 2019enero 21st, 2020No Comments

El taller de carpintería
(Cuento)

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2004


 

 

Cuentan que una vez, en un taller de carpintería, se celebró una extraña reunión. Las herramientas querían arreglar de una vez por todas sus desaveniencias.

El primero en tomar la palabra fue el martillo. Pero pronto todos pidieron que fuera expulsado de la reunión. Cuando el martillo preguntó la causa de esa decisión, le respondieron: “haces demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando”.

El martillo aceptó su culpa. Pero entonces pidió que también fuera expulsado el tornillo.

Al preguntarle de qué acusaba al tornillo, respondió: “es que hay que darle muchas vueltas para que sirva de algo y eso atrasa todo”.

Ante el ataque que le lanzaban, el tornillo se defendió diciendo: “pues entonces hay que expulsar también a la lija”.

Cuando le pidieron explicaciones, agregó: “no es un secreto para nadie que es muy áspera en su trato y siempre tiene fricciones con los demás”.

La lija aceptó su culpa, pero también puso sus condiciones, diciendo: “entonces, para ser justos, también debe ser expulsado el metro”.

Le llegó al metro el turno de pedir explicaciones y la lija le dijo: “tú te la pasas midiendo a los demás según tu propia medida, como si fueras el único perfecto”.

Quién sabe en qué habría parado la discusión, si no fuera porque en ese momento entró el carpintero y las herramientas se vieron obligadas a callar.

El carpintero se puso el delantal y comenzó a trabajar. Utilizando el martillo, la lija, el metro y el tornillo, poco a poco la madera que estaba trabajando se convirtió en un bonito mueble. Dando por terminado su trabajo, el carpintero se quitó el delantal y regresó a su casa.

Cuando el taller quedó nuevamente solo, las herramientas reanudaron la reunión. Entonces el serrucho tomó la palabra y dijo: “señores, no cabe duda que todos tenemos defectos. Pero el carpintero no se fija en ellos, sino que trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Dejemos ya de pensar en nuestros puntos malos y busquemos la utilidad de nuestros puntos buenos”.

Todos estuvieron de acuerdo. Y entonces encontraron que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas, y el metro era exacto en sus medidas.

Comprendieron entonces que es fácil encontrar defectos, pero encontrar cualidades es lo que hace posible los éxitos humanos. Y se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de poder trabajar juntos.


Ver texto original del libro: