Envenenamientos por pastos
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2014
Ganado bovino
Existen unos tipos de intoxicaciones o envenenamientos producidos por los pastos, especialmente en el ganado bovino, que pueden ser un problema importante para la salud de estos animales.
Aunque normalmente el consumo de pastos no representa ningún peligro, hay condiciones que pueden afectarlos y hacer que se acumulen en ellos sustancias venenosas o tóxicas, como los llamados nitratos y el ácido cianhídrico.
Intoxicación por nitratos: Se da cuando el ganado come pastos con alto contenido de estas sustancias. En el estómago del animal, que es donde comienza la digestión, los nitratos se transforman en otras sustancias, que al pasar a la sangre, alteran la hemoglobina. Como la hemoglobina es la encargada de transportar el oxígeno a todas partes del cuerpo, esas sustancias hacen que no pueda transportarlo como es debido y entonces el animal se puede morir por asfixia.
Por lo general el daño comienza dentro de las primeras 12 horas después del consumo del pasto. El animal se agita, su respiración se altera y muestra una debilidad general. La piel de la parte de adentro de los párpados, del hocico y de las encías se vuelve de un color café, parecido al que tiene la tierra. Además, la sangre se le pone de color achocolatado.
Cuando se observan los primeros de estos síntomas, todavía hay posibilidades de que el animal se salve, si se le pone una inyección de azul de metileno en la vena. Se calculan 2 miligramos de azul de metileno por cada kilogramo de peso. El azul de metileno hay que disolverlo en una solución salina o de dextrosa, al 5 por ciento. Como este cálculo no es sencillo de hacer, lo que conviene es que lo aplique un médico veterinario.
Intoxicación por ácido cianhídrico: Se presenta por el consumo de pastos u otras plantas que a veces acumulan altas concentraciones de unas sustancias llamadas cianógenos, que durante la digestión, se convierten en ácido cianhídrico.
Este veneno lo que hace es que el oxígeno que normalmente transporta la sangre, no pueda ser aprovechado por los órganos del cuerpo del animal. Entonces también se le presenta una asfixia.
Los animales intoxicados muestran los síntomas dentro de las primeras dos horas después del consumo del pasto. Entre éstos están: más saliva de la cuenta, temblores, nerviosismo y una fuerte coloración rosada de la piel de la parte interior de los párpados, del hocico y de las encías. También las pupilas de los ojos se agrandan, tienen dificultad para respirar, se tambalean, caen al suelo, braman, sufren convulsiones y finalmente mueren.
La muerte se presenta rápidamente después de que comienzan las primeras señales. Por eso es que muy a menudo, los animales aparecen muertos en el potrero. Este envenenamiento puede confundirse con la enfermedad del ántrax o carbón, sobre todo porque en ambos casos, la sangre no se coagula después de la muerte del animal.
Sin embargo, si el animal se trata a tiempo cuando se observan los primeros síntomas, puede sobrevivir. El tratamiento más sencillo es una inyección en la vena, de 15 a 30 gramos de tiosulfato de sodio, disueltos en solución salina, para cada animal adulto. Pero al igual que el anterior, es preferible que esa inyección se la aplique un médico veterinario.
Sin embargo, lo mejor es saber cuándo los pastos contienen esos venenos y así evitar que el ganado los coma.
La acumulación excesiva de nitratos en los pastos aparece con más facilidad cuando se usan fertilizantes como la boñiga y los abonos nitrogenados, como la urea. También ocurre por cambios de clima, cuando después de una larga sequía, vienen fuertes aguaceros. Esas primeras aguas de lluvia liberan una mayor cantidad de nitrógeno, el cual actúa como fertilizante. En todos estos casos el pasto, por lo general, crece más rápidamente. Ese pasto tierno es muy atractivo para los animales que lo van a comer con muchas ganas, pero corren el riesgo de envenenarse. Esto ocurre especialmente si están muy hambrientos, comen mucho pasto y no han recibido otros alimentos, como los granos o la melaza, que son ricos en azúcares.
Otra cosa que ayuda a que haya mayor presencia de nitratos, es cuando se utilizan herbicidas como el 2-4-D, para el control de malezas en los potreros. Hay malezas que normalmente no son atractivas para el ganado, pero con el uso de esos herbicidas se vuelven más apetitosas. Entonces los animales se las comen y como tienen más nitratos, se pueden envenenar.
Los factores que favorecen la intoxicación por ácido cianhídrico en los pastos son muy parecidos a los descritos para la acumulación de nitratos. De ahí que las precauciones que se deben tomar para prevenir este otro tipo de intoxicación, son las mismas.
Recomendaciones para evitar estas intoxicaciones:
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No introducir el ganado en el potrero antes de dos o tres semanas después de la aplicación de fertilizantes, herbicidas o después de las primeras lluvias cuando ha habido sequía.
- Cuando el pasto está muy tierno y luce apetitoso, se debe esperar unas 2 ó 3 semanas para que sazone un poco antes de que sea pastoreado. Pero si se necesita que pastoreen antes de que el pasto sazone, se pueden introducir al potrero como prueba bajo estricta vigilancia, dos o tres animales de poco valor y estar muy atentos a sacarlos inmediatamente, si presentan síntomas de intoxicación.
- La intoxicación aguda con nitratos o con ácido cianhídrico también puede presentarse cuando se usa pasto de corta, si éste viene de terrenos muy abonados. En estos casos, también es necesario cortarlo después de que alcance cierto grado de maduración.
- Las plantas de maíz pueden presentar niveles altos de nitratos. Por eso se debe evitar que el ganado entre a milpas, especialmente las recién abonadas.
- En Centroamérica se presentan a menudo intoxicaciones por ácido cianhídrico en bovinos, cuando éstos entran a un sorgal y comen el sorgo tierno o sus rebrotes después de las lluvias.