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Animales

Hormiga arriera o zompopo

By marzo 11, 2019enero 23rd, 2020No Comments

Hormiga arriera o zompopo

 

Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2014


 

 

Es posible que muchos hayamos visto en alguna ocasión un curioso camino de hormigas. Sobre este camino unas van y otras ya vienen cargando un pedazo de hoja. Son las hormigas arrieras también conocidas como hormigas cortadoras de hojas, zompopos o zompopas, santandereanas, campestres, chancharras y bibijaguas, entre muchos otros nombres más. Los estudiosos las llaman Atta y Acromyrmex.

La reina es la madre de todas las hormigas.

Únicamente existen en nuestro continente americano. Se calcula que tienen unos 10 millones de años de existir y hoy día hay más de 50 especies. Forman grandes grupos o colonias. Viven en agujeros dentro del suelo y son buenas excavadoras. Un solo hormiguero puede cubrir grandes espacios y tener una profundidad bajo tierra de unos 5 metros.

Son como una gran familia. La principal integrante es la hormiga reina. Ella es la fundadora del hormiguero. Puede vivir hasta 20 años. Cuando muere, el hormiguero deja de existir. La reina vive acompañada de un sinnúmero de hijas llamadas hormigas obreras. Las obreras solo viven unos 5 meses y son hembras estériles, pues no pueden reproducirse. Son las encargadas de hacer todos los trabajos. Están divididas en distintas categorías o castas, según el trabajo que les toque hacer.

Están las obreras soldados. Son gran es, cabezonas y muy fuertes. Éstas se encargan de defender al hormiguero. Son en realidad como un ejército. Si un animal o una persona da golpes al suelo sobre un hormiguero, al momento salen y lo atacan mordiéndolo “sin piedad” hasta ahuyentarlo. Son grandes luchadoras.

Hormigas obreras: soldado, cortadora y jardinera.

Las obreras cortadoras son de tamaño mediano. Son las que se encargan de cortar las hojas y transportarlas hasta el hormiguero. Además, hacen los trabajos de excavación para construir nuevos túneles y las cámaras para los nidos.

También están las obreras jardineras, que son las más pequeñas. Se encargan de cuidar el alimento, los huevos y las crías. Además, hacen la limpieza de los nidos y salen a acompañar a las cortadoras. Con frecuencia se les ve viajando subidas sobre la hoja que lleva una hormiga cortadora. Pues existe un tipo de mosca que aprovecha y parasita con sus larvas a las hormigas cuando van cargadas. Esa hormiguita jardinera ataca a la mosca y no la deja arrimarse, a la vez que va limpiando la hoja.

Los distintos tamaños de las hormigas obreras no se deben a su edad. De los huevecillos de la reina nacen pequeñas larvas. Cuando la larva crece, se forma una pupa y de allí nace la hormiga ya desarrollada. Dependiendo de la cantidad y de la clase de comida que le den a las larvas, así crecerá y así será el tamaño de la hormiga. Y según sea su tamaño, será el trabajo que tendrá que desempeñar en su vida.

Ese apareamiento o vuelo nupcial suele suceder una vez al año, al comienzo de la época de las lluvias. En muchos lugares las personas aprovechan ese momento y las recogen del suelo. Les quitan las alas y las patas para tostar los cuerpos en una sartén. O bien las hacen fritas con salsa picante, sal y limón. Esta costumbre de comérselas es muy antigua. Viene desde nuestros antepasados indígenas. Para algunos, los zompopos de mayo, como las llaman, son un bocadillo delicioso y muy apetecido.

Para controlar la plaga de las hormigas arrieras se han usado muchas cosas como: destruir los hormigueros con arados profundos, uso de venenos, sebos insecticidas y métodos de control biológico, pero aún no se ha logrado la eficacia deseable.

Para transportar las hojas, las hormigas arrieras o zompopos hacen caminos hasta de cientos de metros de distancia. Cada hormiga corta un pedazo de hoja que puede ser varias veces mayor a su propio tamaño y lo carga hasta el hormiguero. Ellas evitan hacer ese trabajo a pleno sol. Prefieren hacerlo de noche o en días nublados.

En muchos casos estas hormigas son una verdadera plaga para las siembras. En pocos días pueden dañar árboles y cultivos enteros, dejándolos casi sin hojas. Pero ellas no se alimentan de las hojas que llevan. Esas hojas son para cultivar un hongo. Mucho antes de que el ser humano practicara la agricultura, estas hormigas ya cultivaban un hongo. Cuando las hojas están ya dentro del hormiguero, son picadas, masticadas y humedecidas con saliva y además, les añaden restos de sus excrementos. Esta mezcla es depositada como abono en unas cámaras. Allí le ponen la “semilla” del hongo, que al crecer forma como una esponja blancuzca. Ese hongo produce unas pelotitas en sus “raíces” que son el principal alimento de las hormigas.

Se puede decir que el hongo es como el maíz de las hormigas. Es una “semilla” especial seleccionada y cultivada por ellas. También utilizan bacterias benéficas para fertilizar su cultivo y protegerlo de enfermedades. Para la reina y las larvas, el hongo es el único alimento, pero las hormigas cortadoras también se alimentan de la savia de las plantas mientras están cortando las hojas.

Una reina joven, antes de partir del hormiguero para su vuelo de apareamiento, llena un saquito que tiene dentro de su boca con “semillas” del hongo. La reina ya fecundada, se quita las alas, pues nunca más las volverá a necesitar y cava un agujero para hacer su casa. Allí pone las semillas, les agrega saliva y gotitas de excremento para hacer su primer cultivo. Pues sin ese cultivo, no habrá alimento para ella ni para sus hijos, y sin hijos, no habrá un nuevo hormiguero.Las primeras obreras nacen unos dos meses después y se dedican cada una a sus trabajos, mientras

que la reina se dedica a poner huevos. Pasados unos 6 años, cuando el hormiguero está en su máximo nivel de desarrollo y organización, puede tener unas 2 mil cámaras de cultivos y de crías y puede llegar a tener hasta 5 millones de obreras.

 


El vuelo de apareamiento lo hacen al amanecer o al anochecer y ocurre el mismo día en todos los hormigueros de una región. ¿Cómo saben las hormigas de los distintos hormigueros, el día y la hora? Es un misterio.

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Fotos cortesía: www.alexanderwild.com

Ver texto original del libro: